domingo, 30 de septiembre de 2007

Escalofriante pero muy excitante...

He tenido una idea maligna, necesito entender, un manifiesto filosófico tan simple, pero nunca comprobado, mas puesto a prueba por él, desde los ojos de un asesino en serie; el dolor es dolor desde la visión de la adolescente que trabaja en la tienda y no vuelve a casa, hasta la señora rica sorprendida haciendo yoga en su terraza, los gemidos de una blanca, el llanto de una negra, el dolor terrible en sus caras, las suplicas demenciales de piedad, un muerto es un muerto en el estrato mas alto de la sociedad o en el campo rural, un asesinato es un asesinato en el anonimato, o en la escala más alta de la vida pública, y su modus operandi siempre el mismo, las toma por sorpresa y las seda, suficiente para que aún el dolor les haga gemir y llorar, las corta poco a poco y sistemáticamente, infringe en ellas el mayor dolor posible, se excita, se masturba sobre su victima inmóvil por las drogas pero que lo ve todo, lo escucha todo, lo siente todo.

Imagina que para ellas el golpe de semen en su cuerpo ha de ser una humillación terrible, por ello las conforta y las besa, les acaricia el pelo mientras las heridas infringidas en el cuerpo las van desangrando poco a poco, se excita de nuevo, mas esta vez siente el peso de sus actos y el remordimiento de alguien religioso, entonces se flagela el pene un poco, lo hace sangrar sobre el semen, sobre la sangre de la victima, dibuja una cruz macabra con los fluidos, mas la cara nunca se las toca, las deja inmaculadas y perfectas, con sus muecas de dolor; les unge con aceite las chacras del cráneo, las vendas son sin duda para rodearse el pene, sale como entra, como un fantasma, como un demonio, pero no es mas que un hombre, un hombre débil que necesita drogar a sus victimas para dominarlas y así cometer las vejaciones de su ritual liberador, sin duda él ve a los demonios que le gritan al oído, pero el parenterol no tiene el mismo efecto en todos los organismos.

Cerró los ojos mientras llegaba al clímax, su novena victima se recuperaba herida y torturada, invadida por la rabia y un sentido de supervivencia–Solo se te para si gimo de dolor y lloró maldito!- le dijo mientras utilizaba el cuchillo en su ingle, el mismo que él usó para torturarla, mas el asesino no grito, de nuevo lo corto pero esta vez en el pecho, el tipo sonreía y se excitaba mas, ella repitió la acción mientras el enfermo embriagado de dolor se venía, entonces entendió el manifiesto filosófico que le legaba.De pie frente al asesino muerto y desfigurada por las heridas, sabe que necesita atención médica, llama al 911 y se queda de pie frente al cadáver de su torturador, el cadáver sonríe apaciblemente; pleno; ella se regocija y se excita, se masturba frente a su victima mientras espera a la ambulancia, a pesar de la sonrisa, ha distinguido una lágrima en la cara del asesino y una deliciosa; para ella; mueca de dolor en él, ahora ve a los demonios que le gritaban al “carnicero redentor”; como le puso la prensa; pero gritándole en los oídos propios, mientras tiene un orgasmo; -y si el ciclo cambia de género e inicia de nuevo?- se pregunta; la que hubiera sido su novena victima ha tenido una idea maligna, mientras los cruzrojistas comienzan a atenderla.


Ostras... que miedo, lo he sacado de: http://amorexia.ticoblogger.com/

2 comentarios:

Amorexia. dijo...

Que honor Yanina! de verdad no sé que decir! Gracias. Espero que sigamonos encontrando en las letras.

Max Canter dijo...

el honor es mio