jueves, 1 de mayo de 2008

SEXO

Que palabra…
Pero no menos que decir… comida, bebida, trabajo, o que se yo, cualquier cosa.
Es tan humano que solo los de nuestra especie, lo disfrutamos por otra razón que no sea la reproducción, (a pesar de lo que los psicoanalistas digan, porque me pondría a hablar de la sublimación y todas estas cosas, pero me tornaría un poco densa con el tema).
No entiendo porque, el invento de la religión, transformo a esta necesidad biológica como pecado.
Dios mio!! Jesucristo habrá escuchado tantas boludeces que se fue volando del mundo para no regresar jamás.
Por qué pecado? Acaso no es la demostración de entrega mas clara entre dos personas?
Juzgamos por lo que hacemos en la cama, por nuestras apetencias sexuales y a nadie le importa cómo seamos como personas, sino el hecho de que nos gusta hacerlo atados, con publico, con los del mismo sexo o con una bolsa en la cabeza.
Porque no nos juzgamos por como cómenos, si hacemos ruido al tragar, si comemos con cucharas o tenedores, si usamos servilletas o no, si dormimos sin almohada o con tres a la vez…
Estoy harta escuchar decir a la gente de mi edificio: “este” es gay…, “esta” tiene muchos novios… a “este” lo escucho masturbarse mientras se ducha…, “esta” es lesbiana…
Si, todas estas cosas las escucho día a día, pero a ver, lo dirán porque lo querrán hacer ellos y no se atreven????
Qué tiene de malo desear a alguien, masturbarse, querer ser sexy o cualquier otra cosa que hagamos con nuestro sexo?, mientras nuestro compañero nos lo permita, claro.
Dejemos de juzgar a la gente por lo que hace en su intimidad y mirémonos un poco al espejo, para ver qué clase de seres humanos somos.

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